miércoles, 20 de mayo de 2009

Emcali es de los caleños, no de Evamaría

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El ex ministro Juan Lozano cuestionó a la Superservicios y pidió transparencia en proceso de Telecomunicaciones.

El ex ministro del Medio Ambiente, Juan Lozano, estuvo en Cali y habló duro. No se ahorró críticas contra la superintendente de Servicios Públicos, Evamaría Uribe, y enfatizó que las decisiones sobre las Empresas Municipales tienen que ser transparentes y debatidas por los propios caleños.

Usted conoció muy de cerca el proceso de Emcali, ¿qué piensa de la propuesta de entregar la operación de Telecomunicaciones por 30 años a un particular?

Mientras fui ministro fueron públicas mis discrepancias con Evamaría Uribe. A ella la respeto, pero tengo opiniones y convicciones distintas frente al manejo de las empresas del país. Las últimas declaraciones me dejan profundamente intranquilo, tienen un componente de titular de prensa, con unas condiciones que contradicen lo que el Gobierno había planteado en relación con Emcali. No me parece justo decirle a Cali que se le devuelve la empresa poniéndole una camisa de fuerza, en relación con el tema de Telecomunicaciones. No me parece correcto anunciar la devolución, condicionada con un nuevo empaque, para que la ciudad se tome una dosis que ya rechazó. Lo que se ha dicho sobre Emcali exige una explicación detallada para que la cuidad sepa qué es lo que pretende la Superintendencia. Y a partir de ese detalle, un ejercicio de deliberación público, transparente y participativo.

¿Usted esperaría que se hiciera una consulta en la ciudad o por lo menos se discutiera en el Concejo?

Estoy en absoluto desacuerdo con las reuniones a puerta cerrada en el despacho de la Superintendencia y con las decisiones que no se le consulten a los caleños. Hoy es claro que en el sector de Telecomunicaciones se requieren buenos aliados, con músculo financiero y capacidad tecnológica, eso no está en discusión. Lo que tienen derecho a saber los caleños es el conjunto de condiciones para tener ese apoyo y para aceptar esa vinculación de los privados. No me gusta el tono de contentillo que tienen esas declaraciones porque primero debe precisarse la estrategia en materia de Telecomunicaciones. Y como a Cali la han sorprendido decisiones unilaterales de la Superintendencia, es bueno, de antemano, exigir transparencia y deliberación pública sobre estos temas para que no se repitan decisiones como las que ya ha tenido que padecer la ciudad, sin compartirlas.

Se cuestiona mucho el papel del Alcalde en este proceso y de otros sectores de las fuerzas vivas de la región. ¿Considera que ha faltado más decisión política para enfrentar la posición de la Superintendencia?

Es que la información ha sido esquiva frente a la ciudadanía. Ni Evamaría ni el Alcalde deben unilateralmente asumir la definición del rumbo de Emcali. Lo que pido es publicidad, información y deliberación. Que no nos estén metiendo aquí una privatización de Emcali por la puerta de atrás, que es lo que sucede cuando la ciudadanía no puede, paso a paso, conocer el sentido de las decisiones. El día de la inauguración del MÍO el Presidente señaló un rumbo distinto del que había planteado Evamaría con la venta de Telecomunicaciones. El futuro de la solución del problema de agua de Cali no puede estar condicionado a vender Telecomunicaciones. Hay que insistir en que el acuerdo de acreedores debe ser objeto de renegociación. Ni la Superintendencia ni la ciudad de Cali pueden estar arrodilladas frente al acuerdo de acreedores y la intervención de Emcali debe pensar, primero, en el bienestar de los caleños, que en volver a hacer prepagos en el acuerdo de acreedores.

Ahora que habla usted del agua, se dice en la ciudad que también hay un plan para concesionar el sector de Acueducto y Alcantarillado...

Me produce escalofrío que se cocinen decisiones acerca de entregar concesiones u operación sin un debate público previo. Como ciudadano me agrede que se cocinen decisiones sin consulta pública. El hecho de que la empresa esté intervenida no le quita el carácter de empresa pública y la dueña de Emcali no es la Superintendencia sino la ciudadanía caleña. La dueña de Emcali no es Evamaría, son los caleños.

Durante su gestión como Ministro usted fue un duro crítico de la Superservicios, pero usted que estuvo adentro, ¿cómo nos explica que este proceso de intervención de Emcali se haya demorado tanto?

Hubo diferentes apreciaciones. En el año 2006, cuando terminó el primero gobierno del presidente Uribe, públicamente expresé mi recomendación para que en ese momento se devolviera a Emcali. Es necesario reformar la ley de intervención de empresas de servicios públicos para evitar que la participación de la Superintendencia se convierta en un principio de despojo de las empresas, de las competencias municipales y de la voluntad popular. A la Superintendencia ningún caleño la eligió para que privatice la empresa ni alguno de sus componentes.

Sin embargo, eso no parece que es lo que ocurre y si no, basta recordar el caso Emsirva y los problemas que deja sin resolver su liquidación, como el caso de las plazas de mercado...

Me preocupa que la Superintendencia crea que las plazas de mercado de Cali se deben manejar como un negocio inmobiliario para vender unos inmuebles y que no entienda que se trata de un sistema regulador de precios de los alimentos, garante de la seguridad alimentaria de Cali y además proveedor de una fuente legítima de trabajo para centenares de familias de bajos ingresos. La Superintendencia cree que las plazas son un problema de finca raíz. No, son un problema social, de precios y de seguridad alimentaria.

Sorprende que siendo tan buen negocio, se haya dejado el tema de las basuras en manos de otros...

Por qué si el negocio de las basuras es tan rentable en toda Colombia y en el mundo entero no puede ser rentable para la ciudad de Cali, que ha tenido la propiedad pública de la empresa. Por qué puede ser rentable para los privados y no se intenta a fondo que sea rentable para la ciudad. Aquí también hay que pedir total publicidad y transparencia en las decisiones que vienen por delante en relación con Emsirva.

Siguiendo con los problemas del agua, ¿por qué si usted dejó lista una cifra millonaria para descontaminar el río Cauca, no se ven los resultados y Cali sigue con cortes permanentes?

Me parece inaudito que Emcali no haya terminado las obras del reservorio para evitar que la ciudad se siga quedando sin agua. Emcali está en mora de presentar el plan concreto de sustitución de la bocatoma de Puerto Mallarino. También hay un gravísimo problema de deterioro ambiental que viene desde el Cauca por cuenta de los cultivos ilícitos y el sector ambiental tiene una deuda de décadas en el Cauca, en la restauración de la cuenca. Los problemas de la CVC han afectado la posibilidad de estructuración de esta bolsa, agravados por los permanentes desencuentros entre la CVC y la Alcaldía de Cali.

Se tiene la sensación en la ciudad que los temas medio ambientales de Cali se han politizado demasiado y que no permiten buscar reales soluciones

Dejé radicado desde el año pasado un proyecto en el Congreso de la República para recuperar la gobernabilidad en las corporaciones autónomas. El problema no es que se politicen los temas, es que la política capture las instituciones y por eso es necesario reformar el sistema de elecciones, de directores de las corporaciones y de integración de las mayorías en los consejos directivos.

Adicionalmente, los asuntos ambientales y los referidos al agua, cada vez tienen más impacto en la calidad de vida de la gente y mayores costos financieros, por eso generan tantos apetitos indebidos.

Fuente: El pais

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